Skinner y el condicionamiento operante

 El condicionamiento operante es algo más complicado que el condicionamiento simple de Watson y Pavlov. En este caso, la asociación no es entre un estímulo y un reflejo sino que se da entre un estímulo, una conducta y un refuerzo.

Es decir, en el caso del condicionamiento operante, se requiere un aprendizaje sobre lo que ocurre después de la conducta. Por ejemplo, en el caso de la caja de Skinner, la rata aprende que después de pulsar el botón recibe un premio.

Refuerzo positivo y negativo

Como el conductismo se basa en medir comportamientos, todo lo que ocurre en el condicionamiento de Skinner está minuciosamente analizado y categorizado. Por lo consiguiente, podemos distinguir dos tipos de refuerzos en la teoría de B.F. Skinner sobre el conductismo y condicionamiento operante:

·      El refuerzo positivo, un elemento que actúa a modo de premio, suele satisfacer alguna necesidad básica o generar una respuesta placentera.

·      El refuerzo negativo, un elemento que nos genera una respuesta de dolor, desagrado o incomodidad, este factor actúa a modo de castigo.

Podemos encontrar ejemplos de condicionamiento operante en nuestro día a día. Por ejemplo, nos esforzamos en estudiar porque hemos aprendido a recibir una recompensa después (buenas notas y reconocimiento) o, nos tomamos un medicamento para evitar el dolor de cabeza, tal y como la rata pulsa un botón para evitar el dolor del suelo electrificado.

 


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